martes, 29 de marzo de 2011

alimentos en la adolescensia(12y18)

La adolescencia es una etapa de la vida marcada por importantes cambios emocionales, sociales y fisiológicos (estirón puberal, maduración sexual…) Sobre estos últimos, la alimentación cobra una especial importancia debido a que los requerimientos nutritivos, para hacer frente a dichos cambios, son muy elevados y es necesario asegurar un adecuado aporte de energía y nutrientes. Además, es importante evitar posibles déficits nutritivos que puedan ocasionar trastornos de salud. Se debe hacer frente a la alimentación del adolescente sabiendo elegir los alimentos que garantizan una dieta suficiente y equilibrada y organizando y estructurando las comidas a lo largo del día. Es importante conocer aquellas situaciones que pueden afectar a los adolescentes y en las que se debe llevar a cabo alguna modificación de la dieta (actividad física extra, conductas alimentarias inadecuadas, enfermedades agudas o crónicas, etc.) La adolescencia es una etapa difícil de la vida, por cuanto supone la transición entre dejar de ser niño y empezar a ser adulto. La nutrición adecuada en este periodo entraña también dificultades por la personalidad más independiente del adolescente y por sus patrones de alimentación sociales, prescindiendo en ocasiones de comidas regladas que se sustituyen con frecuencia por “picoteos” y comidas rápidas, consumidas fuera del hogar. Por otro lado, merece especial mención la preocupación que tienen los adolescentes en cuanto a su imagen corporal y que, en bastantes ocasiones, condiciona a llevar cabo dietas restrictivas para acercarse a un patrón ideal de belleza, influenciado por los modelos sociales del momento y que puede dar lugar a serios trastornos de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia y vigorexia) Por ello, es muy importante que la familia sepa transmitir a los hijos el respeto y amor por su cuerpo, al mismo tiempo que unos adAecuados hábitos alimentarios y de vida.


se encuentra en:


http://trabajoyalimentacion.consumer.es/documentos/12-18/imprimir.phpyyyy
 donde es el tratado de estas enfermedades


Los trastornos alimenticios son tan comunes en los Estados Unidos que 1 ó 2 de cada 100 estudiantes tendrá que luchar contra uno de estos trastornos.
Los trastornos alimenticios implican más que simplemente hacer dieta para perder peso o intentar hacer ejercicio físico todos los días. Se trata de comportamientos alimenticios extremos: por ejemplo, dietas que nunca terminan y que, gradualmente, se vuelven más estrictas. O personas que no pueden salir con amigos porque creen que es más importante salir a correr para contrarrestar la ingesta de un dulce.
Los dos tipos más comunes de trastornos alimenticios son la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa (más conocidas simplemente como “anorexia” y “bulimia”). Pero actualmente, se están detectando otros trastornos relacionados con la alimentación que no solían ser tan comunes, como el trastorno por atracón, los trastornos relacionados con la imagen corporal o las fobias a determinados alimentos.

Anorexia

La gente que sufre de anorexia tiene mucho miedo de engordar y tiene una imagen distorsionada de las dimensiones y la forma de su cuerpo. Por eso es que no pueden mantener un peso corporal normal. Algunas personas anoréxicas restringen su ingesta de alimentos haciendo dieta, ayuno o ejercicio físico excesivo. Apenas comen y lo poco que ingieren se convierte en una obsesión.
Otras personas que padecen anorexia recurren a los atracones y las purgas: comen grandes cantidades de alimentos y tratan de deshacerse de las calorías obligándose a vomitar, utilizando laxantes o haciendo ejercicios físicos en exceso.

Bulimia

La bulimia es similar a la anorexia ya que la persona que la padece se da grandes atracones de comida y después trata de compensarlo con medidas drásticas, como el vómito forzado o el ejercicio físico excesivo, para evitar subir de peso. Con el tiempo, estas medidas pueden resultar peligrosas.
El diagnóstico de bulimia se da cuando una persona se atraca y se purga de manera regular, al menos dos veces por semana, durante un par de meses. Estos atracones no son los que pueden darse en una fiesta, cuando comes cantidades excesivas de pizza y al día siguiente decides ir al gimnasio y comer más sano. Las personas bulímicas comen grandes cantidades de comida (con frecuencia comida chatarra) de golpe y suelen hacerlo a escondidas. La persona suele sentirse incapaz de dejar de comer y sólo logra detenerse cuando está demasiado llena para continuar comiendo. La mayoría de las personas que padecen bulimia después recurren a los vómitos, los laxantes o el ejercicio físico excesivo.
Si bien la anorexia y la bulimia son muy similares, las personas anoréxicas suelen ser muy flacas y con peso inferior al normal, pero las que sufren de bulimia pueden tener un peso normal o estar un poco excedidas en peso.

Trastorno por atracón compulsivo

El trastorno por atracón es un trastorno alimenticio similar a la anorexia y la bulimia porque la persona se da atracones regulares (más de tres veces por semana). Pero, a diferencia de los otros trastornos alimenticios, las personas con este trastorno no intentan “compensar” el exceso con purgas.
La anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón implican patrones de alimentación no saludables que comienzan de manera gradual y llegan al punto en que la persona no logra controlarlos.

Anorexia y bulimia: señales de advertencia

En algunos casos, las personas con anorexia o bulimia comienzan simplemente a intentar perder algo de peso con la esperanza de ponerse en forma. Pero la necesidad de comer menos o de eliminar los alimentos se potencia y se sale de control.
Quienes padecen anorexia o bulimia suelen temer verse gordos o creen que son gordos cuando, en realidad, no lo son. Es posible que una persona anoréxica pese los alimentos antes de comer o que cuente las calorías de todos los alimentos de manera compulsiva. Si restringir la ingesta de alimentos hasta llegar a un nivel no saludable parece "normal", es probable que la persona tenga un problema.
Entonces, ¿cómo puedes saber si una persona tiene anorexia o bulimia? No puedes darte cuenta simplemente por el aspecto de la persona. Alguien que baja mucho de peso puede estar sufriendo otro problema de salud o tal vez esté bajando de peso con una dieta sana y ejercicio.
A continuación, encontrarás algunas señales de que una persona padece anorexia o bulimia:

Anorexia

  • se vuelve muy flaca, débil o escualida;
  • se obsesiona con los alimentos, la alimentación y el control del peso;
  • se pesa de manera reiterada;
  • controla las porciones de alimentos cuidadosamente;
  • sólo come determinados alimentos, evita los lácteos, la carne, el trigo, etc. (obviamente, muchas personas alérgicas a determinados alimentos o los vegetarianos evitan algunos alimentos);
  • hace ejercicio de manera excesiva;
  • se siente gorda;
  • se aísla socialmente, en especial, evita las reuniones o celebraciones en las que hay alimentos; y
  • quizás esté deprimida, letárgica (sin energías) y sienta mucho frío.

Bulimia

  • teme aumentar de peso;
  • está muy insatisfecha con su cuerpo y su peso;
  • inventa excusas para ir al baño inmediatamente después de terminar la comida;
  • quizás sólo coma alimentos dietéticos o con bajo contenido de grasa (excepto cuando se da un atracón);
  • compra regularmente laxantes, diuréticos o enemas;
  • pasa la mayor parte del tiempo haciendo ejercicio o intentando quemar calorías; y
  • se aísla socialmente, en especial, evita las reuniones o celebraciones en las que hay alimentos.

¿Cuáles son las causas de los trastornos de la alimentación?

Nadie está totalmente seguro sobre las causas de los trastornos de la alimentación; sin embargo, existen varias teorías sobre por qué la gente desarrolla estas patologías. La mayoría de la gente que desarrolla un trastorno alimenticio tiene entre 13 y 17 años. Éste es un período de cambios físicos y emocionales, de presiones académicas y de mayor presión por parte de los pares. Si bien durante la adolescencia se tiene un mayor sentido de la independencia, es probable que los adolescentes sientan que no son capaces de controlar su libertad y, en algunos casos, sus cuerpos. Esto ocurre, en especial, durante la pubertad.
En el caso de las mujeres, aunque es completamente normal (y necesario) aumentar un poco de peso durante la pubertad, algunas reaccionan al cambio con mucho miedo de su nuevo. Algunas jóvenes pueden sentirse obligadas a bajar de peso sin importar cómo.

Una imagen no tan perfecta

Estamos rodeados de imágenes de gente famosa muy delgada -gente que suele pesar mucho menos que el peso saludable que deberían tener (y que, probablemente, tenga antecedentes de trastornos alimenticios). Es fácil darse cuenta por qué a algunas personas les da miedo aumentar de peso, aun cuando sea saludable y temporal.
Cuando se combina la presión por ser como los modelos famosos con el cambio físico normal de la pubertad, no es difícil entender por qué algunos adolescentes tienen una imagen negativa de sus cuerpos.
Muchas personas que adquieren estos trastornos alimenticios pueden presentar también un estado depresivo y ansiedad, o sufrir otros problemas de salud, como el trastorno obsesivo-compulsivo. También existe evidencia de que los trastornos de la alimentación son un problema hereditario. Si bien parte de estos trastornos tienen un componente genético, también se deben a que aprendemos nuestros valores y comportamientos de nuestras familias.

El deporte y los trastornos de la alimentación

Los atletas y bailarines son especialmente vulnerables a los trastornos de la alimentación durante la pubertad, ya que es posible que deseen detener o reducir el crecimiento (tanto en altura como en peso).
Los entrenadores, la familia y otras personas que rodean a los adolescentes que practican algunos deportes, como gimnasia artística, gimnasia acrobática, patinaje sobre hielo o ballet, los alientan a mantenerse los más delgados posible. En ciertos casos, los atletas y corredores son alentados a perder peso o eliminar la grasa corporal en un momento biológico en que deben incrementarla.

Los efectos de los trastornos de la alimentación

Los trastornos de la alimentación son una enfermedad médica grave. Suelen estar acompañados de estrés, ansiedad, depresión y consumo de drogas. Las personas que padecen trastornos de la alimentación también pueden tener problemas físicos graves, como afecciones coronarias o insuficiencia renal. Las personas cuyo peso es, por lo menos, un 15% menor que el estándar normal correspondiente a su altura, seguramente no cuenten con la grasa corporal suficiente para mantener sus órganos y otras partes del cuerpo sanos. En los casos más graves, los trastornos alimenticios pueden provocar desnutrición grave o, incluso, la muerte.
En el caso de la anorexia, el cuerpo funciona como si se estuviera muriendo de hambre y la falta de alimentos puede afectar al organismo de muchas maneras:
  • caída de la presión, las pulsaciones y el ritmo de la respiración;
  • pérdida de cabello y rotura de las uñas;
  • ausencia de menstruación;
  • crecimiento de lanugo (pelo suave que crece sobre la piel);
  • mareos e imposibilidad de concentrarse;
  • anemia;
  • inflamación en las articulaciones; y
  • fragilidad ósea.
Los vómitos constantes y la falta de nutrientes característicos de la bulimia pueden provocar los siguientes problemas:
  • dolor estomacal constante;
  • daño en el estómago y los riñones;
  • erosión del esmalte dental (debido a la exposición a los ácidos del estómago);
  • agrandamiento de las glándulas salivales de las mejillas debido a los vómitos frecuentes;
  • ausencia de menstruación; y
  • pérdida de potasio (esto puede desencadenar problemas cardíacos e incluso la muerte).
Las personas con el trastorno por atracones que aumentan mucho de peso tienen mayor riesgo de padecer diabetes, afecciones coronarias y algunas enfermedades relacionadas con el sobrepeso.
Los trastornos de la alimentación también pueden crear problemas emocionales. Cuando una persona vive obsesionada con el peso, es difícil que logre concentrarse en otra cosa. Muchas veces, la gente con trastornos de la alimentación se aísla y se vuelve menos sociable. Quienes padecen trastornos de la alimentación no son capaces de disfrutar de comidas con amigos y familiares y, por lo general, no están dispuestos a interrumpir su rutina de ejercicio para divertirse un poco.
Los individuos con trastornos de la alimentación invierten mucho tiempo y energía planeando qué comer, cómo evitar los alimentos o su próximo atracón, gastan mucho dinero en alimentos, se esconden por largo rato en el baño al finalizar la comida o inventan excusas para salir a dar largas caminatas (solos) después de una comida.

El tratamiento para los trastornos de la alimentación

Afortunadamente, la gente que sufre de estos trastornos puede mejorar y volver, gradualmente, a comer de una manera normal. Dado que estos trastornos afectan tanto al cuerpo como a la mente, el tratamiento y la recuperación casi siempre están a cargo de médicos clínicos, psicólogos (o psiquiatras) y nutricionistas.
Las terapias son una parte crítica para el tratamiento de los trastornos alimenticios. En muchos casos, la terapia familiar es la clave para la recuperación de hábitos saludables de nutrición. Los padres, y otros miembros de la familia, cumplen un rol importante en hacerle ver a quien padece del trastorno que tiene un cuerpo perfectamente normal y que ser excesivamente delgado puede ser peligroso.
Si deseas hablar con alguien sobre estos trastornos pero no te sientes cómodo haciéndolo con tus padres, háblale a un maestro, un vecino, tu médico o cualquier otro adulto que te inspire confianza. Recuerda que los trastornos de la alimentación son muy comunes entre los adolescentes. Las opciones de tratamiento dependen de cada persona y de cada familia, pero existen muchas opciones para que superes un trastorno alimenticio. La terapia puede ayudarte a retomar el control y a aprender a aceptar tu cuerpo, tal como es.



lo podeis encontrar en:

http://kidshealth.org/teen/en_espanol/enfermedades/eat_disorder_esp.html#a_Anorexia
La anorexia nerviosa se puede considerar como una alteración por defecto, de los hábitos y/o comportamientos involucrados en la alimentación. Las personas que lo padecen dedican la mayor parte de su tiempo a temas alimentarios y todo lo que esté relacionado con ello. La preocupación por la comida y el temor a ganar peso forman lo esencial de este trastorno, junto con la inseguridad personal para enfrentarse a este problema. Niegan la enfermedad y se perciben gordas en alguna parte de su cuerpo a pesar de presentar un aspecto esquelético. Sobreviene la irregularidad menstrual y más tarde la amenorrea o la impotencia en varones.
. La anorexia nerviosa era un trastorno conocido en épocas antiguas. Así se describe en la edad media en la vida de algunas santas como Liduina de Shiedam, una santa del siglo XIV, o la santa Wilgefortis, hija del rey de Portugal, que ayunó y rezó a Dios rogándole le arrebatara su belleza para así ahuyentar la atención de los hombres, siendo adoptada en algunos países de Europa como santa patrona por aquellas mujeres que Deseaban verse libradas de la atención masculina. En 1694, sé describió la "consunción nerviosa", considerándose ésta la primera Descripción clínica de dicho trastorno. Pero fue Gull quien utilizó por primera vez la expresión anorexia nerviosa en una conferencia Pronunciada en Oxford. En la misma época, y de modo Simultáneo, se produce la descripción de la enfermedad, calificándola de inanición histérica y considerándola al igual que Gull, una enfermedad psicógena. A finales del siglo XIX, en el año 1893, se describe un caso de anorexia tratado con hipnosis, un año más tarde se describe dicha enfermedad como una psiconeurosis de defensa o neurosis de la alimentación con melancolía.
A principios del siglo XX, la anorexia nerviosa empieza a tratarse desde un punto de vista endocrinológico, así en 1914 un patólogo alemán, describe una paciente caquéctica a quien al hacerle la autopsia se le encontró una destrucción pituitaria y durante los siguientes 30 años
Reinó la confusión entre insuficiencia pituitaria y anorexia nerviosa. A partir de los años 30, la anorexia nerviosa pasa a estudiarse principalmente desde el punto de vista psicológico, quedando en olvido las antiguas discusiones acerca del origen endocrino o psicológico del trastorno. Las explicaciones de esta época se encuentran muy influenciadas por los modelos psicoanalíticos Que predominaban en ese momento.

La bulimia: Como síntoma, describe episodios incontrolables de comer en exceso. Como síndrome hace referencia a un conjunto consistente de síntomas entre los cuales destaca la preocupación por el peso y forma corporal, la pérdida de control sobre la ingesta y la adopción de estrategias que contrarresten los efectos engordantes de sus síntomas bulímicos. El paciente siente una necesidad imperiosa por ingerir grandes cantidades de comida, generalmente de elevado contenido calórico. Una vez que termina de comer, al paciente le invaden sentimientos de autorrepulsa y culpa. Ello le induce a mitigar los efectos, autoinduciéndose el vómito entre otras estrategias.
Galeno describió ya la "kynos orexia" o hambre canina como sinónimo de bulimia, considerándola como consecuencia de un estado de ánimo anormal y posteriormente, apareció reflejada en los diccionarios médicos de los siglos XVIII y XIX como curiosidad médica. A finales de los años 70 fue descrita y traducida como el síndrome de purga y atracones o bulimarexia. Aparece por primera vez en el, 1980 con la denominación de bulimia y, finalmente se adopta el término de bulimia nerviosa en el, 1987.
La prevalencia de la bulimia nerviosa entre las adolescentes y jóvenes adultas es aproximadamente del 1-3%, siendo entre los varones diez veces menor.



se encuentra en:
http://www.monografias.com/trabajos/buliano/buliano.shtml

jueves, 24 de marzo de 2011

Bulimia y anorexia: crónica de una obsesión

VIVIR DE LA APARIENCIA SIN LLEGAR A SER FELIZ

La anorexia y la bulimia son -junto con la obesidad- los más renombrados trastornos de la alimentación; con un común denominador claro y preciso: la búsqueda desenfrenada de la delgadez como medio para alcanzar el éxito y la aceptación social.
Pero.. ¿ en que se diferencian ambas enfermedades? En el caso de la anorexia se basa en una obsesiva búsqueda de adelgazamiento mediante una dieta progresivamente restringida. Hay una distorsión de la percepción del propio cuerpo. La bulimia , en cambio, es la ingesta excesiva de alimentos que después se intentan compensar con conductas anómalas como vómitos, abuso de laxantes y diuréticos, o dietas restrictivas intermitentes; lo que termina convirtiéndose en una costumbre que modifica la conducta de la persona enferma.
Quienes las sufren tienen en común un problema de base psicológico :baja autoestima, inseguridad, ansiedad etc. Generalmente se trata de personas introvertidas que tienden a aislarse del resto.
Los datos hablan por si solos: en los últimos diez años el incremento del número de afectados por anorexia y bulimia ha sido galopante. En la actualidad, en los países desarrollados, los trastornos alimenticios afectan aproximadamente a una de cada 200 jóvenes de entre 12 y 14 años y aunque las adolescentes siguen siendo el colectivo más afectado, los varones, las mujeres maduras y los niños/as menores de 12 años comienzan a sumarse a la lista de víctimas que padecen dichos trastornos.
En la sociedad occidental y especialmente, en la española , el comer es un acto social. Se come de manera grupal y la forma en que cada uno consume algún alimento define a los diferentes grupos culturales. Es mediante la comida que se produce un acto de comunicación social y se da un proceso de cohesión e identificación en el grupo.
También, como es sabido, hace muchos años que se habla de estas enfermedades y los modelos de belleza que se promueven aparecen como los grandes responsables.
Es lamentable percibir cómo los seres humanos reciben miles de mensajes publicitarios al día con un único mensaje: delgadez es igual a felicidad y éxito; lo que da como resultado: insatisfacción corporal y personal . Ser discriminado por la gordura es moneda corriente. Esto se vuelve potencialmente peligroso sobre todo en el caso de los adolescentes, con la importancia que implica para ellos “encajar” y ajustarse a los cánones sociales.
En relación a lo estético es alarmante el hecho de que cada vez más adolescentes recurren a cirugías y desde edades cada vez más tempranas, conducidos internamente por un deseo de reconocimiento a nivel social y del grupo de pares. Se sienten feos o inseguros si no se ven igual que los modelos de la televisión o de las revistas…todos identificados con una imagen.
Tanto en el caso de la anorexia como en el de la bulimia, hay que tener en claro que el problema no es la alimentación, sino el modo en que la persona se valora y se percibe a sí misma. Es decir, estamos hablando de un problema de salud mental que tiene tratamiento y que hay que intentar prevenir.
El aceptarse tal y cuál se es, es la verdadera clave para estar sano externa e internamente.


se puede encontrar en:
http://www.femeninas.com.ar/bulimia-y-anorexia.asp


reportaje sobre la anorexia
 
 


se encuentra en:
http://www.google.es/images?q=noticias%20sobre%20la%20anorexia%20y%20la%20bulimia&hl=es&biw=1024&bih=598&prmd=ivns&um=1&ie=UTF-8&source=og&sa=N&tab=wi
 
Las chicas con anorexia se ven gordas



La Agencia de Calidad de Internet (IQUA) y la Asociación contra la bulimia y la anorexia (ACAB) han presentado el informe anual sobre la difusión y proliferación de contenidos de apología de la anorexia y la bulimia en la red (2010). Ambas entidades han lanzado "un grito de alerta al conjunto de organizaciones implicadas" para que "tomen medidas concretas para tratar de poner freno a este aumento de contenidos nocivos, altamente perjudiciales para la salud de los menores".

El vicepresidente del Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC), Josep Pont, ha recordado que en el año 2007 el CAC ya elaboró unas recomendaciones sobre el tratamiento de la anorexia y la bulimia en los medios de comunicación convencionales y en internet, y ha apostado por trabajar "conjuntamente" para buscar una solución a este fenómeno, principalmente por las vías de "la autorregulación, la pedagogía y la colaboración con los proveedores de internet". "Queremos que la red se convierta en un entorno de calidad, confianza y seguridad", ha dicho.

En esta línea, el director general de IQUA, Àlex Fernández, ha instado a las grandes plataformas de internet a que colaboren en la retirada de estas páginas nocivas y ha apostado por un marco regulador más estricto ante estos tipo de contenidos.

Del Informe anual sobre la difusión y proliferación de contenidos de apología de la anorexia y la bulimia en la red (2010) destacan los siguientes datos: Incremento de los sitios web que hacen apología de la anorexia y la bulimia: en un buscador como Google aparecen alrededor de 500.000 páginas pro anorexia y pro bulimia en menos de un segundo. Peligro que este tipo de páginas puede conllevar a la sociedad y a la salud de las personas: el 75% de personas que consultan estos contenidos de la red son menores de edad.

La apología de la anorexia y la bulimia está proliferando considerablemente a través de las redes sociales (Facebook, Twitter, Hi5, Tuenti ...). Perfil de los usuarios: preferentemente chicas (95%) que desean adelgazar a cualquier precio se acercan de manera muy peligrosa a este tipo de trastornos. Porcentaje de la población enferma por trastornos de la conducta alimentaria en Cataluña: el 6% de las chicas jóvenes y adolescentes (entre 12 y 24 años) sufren un trastorno de la conducta alimentaria y el 11% están en alto riesgo de padecerlos.

Durante el año 2010 IQUA ha conseguido cerrar cerca del 50% de páginas de este tipo denunciadas por los usuarios. IQUA y ACAB han instado a la sociedad y a las grandes plataformas a denunciar y colaborar para impedir la proliferación de estos contenidos nocivos en la red.




se puede encontrar en:
http://nuevas-tecnologias.e-noticies.es/contra-la-anorexia-y-la-bulimia-en-la-red-50058.html